Por Margarita Londoño Osorio SOSIA FUNDADORA @margarita_londono_osorio
Esta es una frase que se escucha con mucha frecuencia: "Una imagen vale más que mil palabras." Y si somos justos, sí, hay imágenes que logran transmitir emociones muy fuertes y sentidas. Sin embargo, más allá del impacto inmediato, no imagino qué fuerza trascendental puede tener una imagen sin que la potencie la palabra.
A diferencia de las imágenes, que pueden ser ambiguas y abiertas a diferentes interpretaciones, con la palabra se brindan conceptos de manera clara y concisa. Las palabras pueden pintar imágenes en la mente del lector con un detalle milimétrico.
La palabra permite ser denotativo y exacto o emplear un lenguaje figurativo, con metáforas y analogías que adornen lo que queremos comunicar con una belleza vívida que permite evocar recuerdos, emociones, situaciones, e inclusive despertar la imaginación.
Cada imagen evoca algo que lo ha producido, que lo narra, que cuenta “el detrás de”.
Imagina por ejemplo un primer plano de una lágrima de una mujer. ¿Es una lágrima de tristeza, de alegría, de pérdida, de emoción? Si esta imagen va acompañada de una historia que la relate, no solo entendemos la dimensión de la imagen, sino la fuerza de la historia que la acompaña. Es por eso que cuando leemos a grandes de la literatura, logran transportarnos a otros mundos, lugares, o ciudades… Sentir sus olores, ver sus paisajes, reconocer a sus personajes, inclusive, sentir lo que ellos sienten hasta el punto de querer llorar, o dejar escapar una risotada, aún cuando estemos solos, con la única compañía de lo que estamos leyendo.
Lo mismo pasa con la imagen corporativa de una empresa, más allá de la belleza o el arte que haya logrado plasmar un diseñador, hay una historia. Cada imagen evoca algo que lo ha producido, que lo narra, que cuenta “el detrás de”.
No en vano, el storytelling es conocido como el arte de contar historias conectando emocionalmente con los otros.
Y te aseguro que con una descripción detallada y evocadora, cobra un significado mucho mayor. No en vano, el storytelling es conocido como el arte de contar historias conectando emocionalmente con los otros. Las grandes marcas y los grandes líderes lo utilizan para que el mundo conozca su origen, su trabajo, su lucha, los desafíos que han enfrentado. Es así como logran despertar la empatía, simpatía, cercanía y fidelización; comparten valores, sueños, inspiración y motivación.
Una historia real, impactante y contada desde la verdad, puede hacer que los clientes vuelvan a elegir la marca una y otra vez, y se sientan parte de ella.
Conéctate con tu historia, hónrala, abrázala, cuéntala y así vas a atraer más clientes. Te lo aseguro.
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